Hoy te invito a reflexionar sobre el hecho de que alguien nos deje, ya sea una pareja, un miembro de nuestra familia o una amistad. El otro, sea quien sea, no es tu fuente; el otro es solo un canal. Tu suficiencia nunca la hallarás en los demás.
¿Qué debe hacer una persona cuando la dejan?
1. Soportar el dolor del cambio
Lo primero que debería hacer alguien en esta situación es soportar el dolor que la acción del otro le produce. No debería llamarlo o escribirle todo el tiempo, ni tampoco hacerle regalos con el objetivo de presionarlo, o insistirle. No debería hacer todo lo que no hizo antes de que la relación se interrumpiera.
2. Crecer interiormente
Toda esa energía que la persona está utilizando ahora para intentar recuperar el vínculo y recomponerlo como fuera, debería aplicarla en sí misma para aprender, crecer y seguir adelante con su vida.
3. Aprender a dejar ir
Hay personas que nos dejan y nosotros simplemente tenemos que entregarles el regalo de nuestro adiós. Dicha actitud implica comunicarles el siguiente mensaje: “Si vos ya no querés estar conmigo, yo decido que no voy a caminar más con vos”. Esta es una de las mejores maneras, si no la mejor, de lograr avanzar y no quedarnos estancados en el pasado.
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Si yo tengo un lápiz en mi mano y lo suelto, se cae. En cambio, si lo sostengo con fuerza, no se cae. Pero, si lo suelto y no se cae, eso sería un milagro: una interrupción a la ley de la gravedad. Con las personas que forman parte de nuestra vida, deberíamos hacer lo mismo: soltarlas. Si no se caen y continúan a nuestro lado, estamos frente a un milagro. Esa es la gente que debemos elegir para que camine cerca de nosotros, y nosotros cerca de ellos.