Apareció el primer rastro de Cecilia: la madre confirmó que los elementos encontrados eran de su hija

RESISTENCIA.- Hoy es un día clave en la investigación por la desaparición de Cecilia Strzyzowski, ocurrida el 2 de junio, y su presunto asesinato.

Gloria Romero, su madre, y Mercedes Flores, su tía abuela, se presentaron en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Chaco (Imcif), a las afueras de Resistencia, y reconocieron las pertenencias de la Cecilia. Según afirmaron frente a la Justicia, son de la joven desaparecida y presuntamente asesinada. Los objetos fueron recolectadas por los fiscales en los diferentes rastrillajes y allanamientos. El reconocimiento de la madre y la tía abuela es clave en la causa: es el primer rastro cierto de Cecilia.

Los elementos encontrados son restos de huesos y objetos, incluyendo una valija con ruedas negras, bijouterie y un dije en forma de cruz.

La madre y la tía abuela de Cecilia, que la acompañó durante el reconocimiento, salieron del instituto forense después de cuatro horas. Se las notaba perturbadas. “Lo que vieron es muy shockeante”, dijo el abogado Juan Arregin. Las dos se fueron en un auto sin hacer declaraciones. Habían llegado a las 10:10 y dejaron el lugar a las 14:10.

Las muestras óseas deberán ser analizadas en el laboratorio y la confirmación de si pertenecen a Cecilia, o no, llevará unos días. Del operativo de reconocimiento de las pertenencias participan también los fiscales y los abogados que intervienen en la causa.

Además, hay un nuevo allanamiento en el barrio Emerenciano, construido y manejado por el clan Sena. A unos ocho kilómetros del instituto forense donde Gloria Romero participó del reconocimiento de las pertenencias de su hija, en el barrio Emerenciano se realizaron nuevos rastillajes. Arriba de dos kayaks, cuatro buzos recorrieron el canal 16. Sobre la calle aguardaban cinco patrulleros, sin embargo en el resto del barrio no se observaba presencia policial.

El conducto se encuentra próximo a la calle que, según un testigo reservado, se asfaltó en un horario fuera de lo común, luego de la desaparición de Cecilia. La fiscalía investiga esta extraña pavimentación y para eso se le encomendó a Gendarmería que levantar el asfalto. Hoy se presentó a declarar en la fiscalía el dueño de la empresa que hizo ese pavimento en el barrio Emerenciano. Se trata, además, de la zona en donde se encontró la valija quemada y donde ya se realizaron varios rastrillajes.

Por el caso están presos César Sena, de 19 años, el marido de Cecilia; Emerenciano Sena, su padre, y Marcela Acuña, su madre. Emerenciano y Marcela presentaron un habeas corpus en el que piden recuperar la libertad. Según el diario Norte, de Chaco, los detenidos argumentan en el documento presentado, situaciones inhumanas, privación de la libertad ilegal y razones de salud. Los padres de César están acusados, al igual de su hijo, de haber sido coautores del homidicio. Son líderes piqueteros de esta provincia y tienen muy buenos vínculos con el gobernador Jorge Capitanich.

También están en prisión cuatro colaboradores muy cercanos del clan Sena. Uno de ellos, Gustavo Obregón, es el único que colabora con los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Nelia Velázquez y Jorge Gómez, y brindó información clave para el avance de la causa al aportar el dato de dónde se habrían descartado los restos. El operativo con los datos de Obregón se llevó a cabo el martes en el río Tragadero, cerca del criadero de chanchos de los Sena.

Buzos tácticos de la policía de Chaco hallaron al mediodía del martes huesos triturados y otros elementos de relevancia, como el dije en forma de cruz que podría ser el que Cecilia llevaba siempre al cuello, incluyendo el día de su desaparición. En un rastrillaje anterior en la chanchería de los Sena se habían encontrado restos de una fogata y huesos calcinados, que también serán analizados.

La tragedia de Cecilia comenzó el jueves 1 de junio a las 23, cuando se despidió de Mercedes Flores, la tía abuela con la que ella y César compartían una humilde casa pintada de azul en el Barrio 500 Viviendas. Vivían allí porque a la mamá de César no le gustaba que Cecilia fuera su nuera y eso les impedía el acceso a las comodidades de la familia Sena.

En una repisa del cuarto de la pareja hay una colección de los libros que leía Cecilia. Muchos de ellos son sobre empoderamiento femenino, como Decididas, de María Florencia Freijo, y Recupera tu poder, de Rut Nieve. En otro estante están los apuntes con los que César estudiaba para maestro mayor de obras y algunas muestras de la relación en apariencia amable que mantenía la pareja. Allí descansan un ramo de flores falsas, un globo con forma de corazón y una nota amorosa de César a Cecilia. “Vamos por más aventuras”, escribió. El único elemento discordante era el arma que él dejaba sobre su mesa de luz.

“Abrazame fuerte y dame muchos besos”, relata Mercedes que le dijo Cecilia la noche en que se despidió. Le había dicho a su tía abuela que se iba con César a vivir a Tierra del Fuego y eso la inquietaba. En esos días, sigue Mercedes, su sobrina estaba temerosa por el vuelo en avión. “Se va a caer y me voy a morir triturada”, dice Mercedes que le dijo Cecilia.

Tras decirle adiós a Mercedes, la pareja pasó por un local que manejaba Cecilia y luego durmieron en el hotel Ruta 99. A la mañana fueron a la casa de los Sena y allí se inició el principio del fin para Cecilia y el agujero negro que aún investigan los fiscales.

La teoría de los fiscales es que la habrían estrangulado -César Sena es el principal sospechoso- y que sus restos habrían sido quemados, triturados y arrojados al río en la chanchería de la familia Sena.

Con la colaboración de Lucila Marín